jueves, 15 de enero de 2015

Paris Brest, el ciclismo y la masa choux


¿Quien no ha recordado algún momento entrañable de su niñez al probar una determinada comida u oler ciertos aromas? ¿Por qué los sabores y olores nos evocan de forma muy intensa algunos momentos de nuestra vida?

Cuando recordamos estos momentos, nuestro cerebro produce unos síntomas iguales a los que produjo cuando vivió esa situación por primera vez. Los órganos de los sentidos poseen cada uno una zona en la corteza cerebral y en el caso del olfato y el gusto además están directamente relacionados con el instinto de supervivencia. La relación de estos dos sentidos con la comida, indispensable para sobrevivir, hacen que nuestra memoria se adapte para conservar esta información.



Es nuestro cerebro, pues, el responsable de que un olor o sabor familiar puedan despertar esos recuerdos familiares vividos tiempos atrás y producir con ellos esa mezcla de felicidad y tristeza llamada nostalgia.






Y el otro día sin pensarlo ni buscarlo, vino a mi uno de esos recuerdos. Al probar mi "Paris Brest"...




...volví a sentirme como cuando era pequeña y acompañaba a mi padre un domingo por la mañana a comprar unos pastelitos variados a la pasteleria Marimer de Campamento para celebrar algún cumpleaños o el día de la madre mismamente.




Esas pastelerías que olían a gloria bendita y de las que ya casi no quedan ya que antes todas tenían su propio horno y ahora la mayoría venden productos congelados.Me encantaba mirar toda esa vitrina llena de pasteles y tener que ayudar a decidir cuales elegíamos, que complicado era ante tanta variedad.






Y las muñecas de fieltro que vendían en las pastelería, os acordáis de ellas... como me gustaban, por suerte mis padres todavía guardan algunas de las que me regalaron.





Bueno pues mi Paris Brest relleno de crema de turrón me recordó a uno de esos pasteles. El Paris Brest es una maravilla de la repostería francesa, una deliciosa corona de masa choux rellena de crema praliné o café y decorada con  almendras laminadas.



Yo ya había probado la masa choux en los profiteroles pero nunca me había decidido a hacerla. Y cuando vi un día esta receta me anime a hacerla y me alegro un montón de ello porque me ha traído tantos buenos recuerdos, esos pastelitos rellenos de crema y semicubiertos de chocolate, eran  mis preferidos. En casa había para todos los gustos, a mi madre las tartaletas de manzana, a mi padre los borrachos, mi hermano las mini tartas y yo los pastelitos rellenos.



Es un postre que nace en 1981 y debe su nombre a la carrera ciclista anual Paris-Brest, por eso tiene la forma de rueda de bicicleta. El periodista Pierre Giffard, amante del ciclismo y redactor jefe de "EL Petit Journal " creo esta carrera  como una prueba de resistencia única en su género, 1200 km. en una sola etapa. Un pastelero que presenciaba la carrera desde el barrio de Maissons Laffitte, cerca de Paris, cocinó este pastel en forma de rueda.








El periodista Pierre Giffard aplaudió la ocurrencia y difundió la noticia por toda Francia. Desde entonces el pastel y la carrera van unidos y se han convertido en algo mítico.








La "masa choux" base de este pastel nace en Francia en el siglo XVI de manos del pastelero italiano Popelini que trabajaba para Catalina de Medici.




Catalina cuando se casa con Enrique II, rey de Francia se lleva consigo a su pastelero y en 1540 Popelini confecciona un postre a partir de una masa caliente y seca , pasta Chaud (caliente) de forma acolchado y alargado (similar al actual petisus).







Con el paso de los años la receta fue evolucionando, hasta que a finales del XVIII el pastelero Antoine Carême (cocinero de Napoleón, el  zar Alejandro I de Rusia y el rey Jorge IV de Inglaterra) la perfeccionó dando lugar a las "choux buns" o lionesas. A partir de ese momento se le empieza a llamar pasta choux.






Siendo una masa creada por cocineros que trabajaron para una gran variedad de reyes no es de extrañar que esté buenísima. Y si encima la tomas con crema pastelera, praliné o en mi caso de turrón es todo un lujo y una verdadera delicia.


Ingredientes:

Masa Choux:
.160 gr. harina
.240 gr. agua
.100 gr. mantequilla
.una cucharadita sal
.una cucharadita azúcar
.4-5 huevos L
.1 yema para pintar
.almendras laminadas

Crema pastelera de turrón
.200 gr. turrón blando de Jijona
.360 gr. leche
.30 gr. azúcar
.40 gr. maizena
.2 huevos

Preparación en Thermomix:

Masa Choux:
-Calentar el agua, mantequilla, sal y azúcar 4 min. 100º, velocidad 1(tiene que alcanzar la temperatura).
-Vuelca la harina y mezcla 20 seg. velocidad 4. Deja templar 10 minutos.
-En velocidad 4, ir echando huevo a huevo por el bocal. Si esta muy espeso añadir el quinto.
-Llenar una manga pastelera con boquilla lisa y dejar reposar unos 30 minutos en la nevera.


-Hacer 2 o 3 círculos de masa, unos encima de otros.


-Pintar con la yema mezclada con una cucharada de agua y decora con almendras laminadas.
-Hornear a 180-190º unos 35 minutos.
-Dejar enfriar dentro del horno apagado unos 10 minutos para que se ahueque por dentro.
-Entreabre la puerta del horno y deja que temple para que no se desinfle con el cambio de temperatura.


-Una vez frío parte por la mitad.

Crema de turrón:
-Tritura todos los ingredientes 10 seg. velocidad 5.
-Programa 9-10 min. 90º, velocidad 4, hasta que espese.


-Lleva en una manga pastelera rizada a la nevera, al enfriar espesara más.


-Rellena la corona con la crema.


-Puedes espolvorear azúcar glass por encima de la corona.

Abre tu mente al recuerdo y disfruta de su sabor.


Gracias a todos los cocineros que consiguieron crear la masa choux y al inventor del Paris-Brest porque es pura ternura, delicadeza y provoca auténtica adicción. Te cautivará igual que a mí.




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